Los manómetros actuales son extraordinariamente robustos y precisos, pero con el tiempo estos instrumentos pierden su exactitud. La calibración periódica de los manómetros es la mejor manera de garantizar lecturas fiables.
Las distintas aplicaciones requieren diferentes niveles de exactitud de los manómetros y las clases de exactitud van de la clase 4 a la clase 0,1 (según EN837), hasta una exactitud de ±0,05% con manómetros digitales. Para garantizar que los instrumentos de medición de la presión mantienen sus especificaciones de exactitud, es necesario recalibrarlos periódicamente. Las recalibraciones sencillas pueden realizarse in situ utilizando el manómetro digital de precisión, modelo CPG1500, como instrumento de referencia. Un laboratorio acreditado puede calibrar y certificar tanto los manómetros mecánicos como los digitales.
Cuándo hay que calibrar un manómetro
¿Sabía que las calibraciones tienen fecha de caducidad? Aunque el manómetro no se utilice, no permanece calibrado indefinidamente. Además, el desgaste mecánico hace que los manómetros se desvíen con el tiempo.
La mayoría de los manómetros se calibran antes de salir de la planta de producción y no requieren recalibración antes de su instalación si los instrumentos se almacenan adecuadamente antes de su puesta en servicio. Para obtener el mejor rendimiento, los manómetros deben calibrarse a intervalos regulares. La frecuencia depende de la aplicación y del sector. A continuación se ofrecen algunas recomendaciones y buenas prácticas sobre cuándo calibrar un instrumento de medición de presión eléctrico o mecánico:
- Antes de la instalación, especialmente si el instrumento ha sido almacenado durante algún tiempo o se ha almacenado de forma inadecuada (por ejemplo, a altas temperaturas)
- Una vez al año para la mayoría de los instrumentos tras su instalación, por ejemplo durante las auditorías ISO anuales
- Cada tres a seis meses para los instrumentos utilizados en las industrias farmacéutica y de biotecnología y en aplicaciones de dispositivos médicos. Un intervalo de calibración más frecuente garantiza el control de calidad y evita errores costosos, como tener que rechazar todo un lote de producción o pagar una considerable sanción debido a mediciones de presión inexactas
- Durante las paradas programadas para el mantenimiento preventivo
- Cada cinco años en el caso de las balanzas de presión, que son instrumentos de muestra habituales para la medición de la presión
La mayoría de las plantas de procesos sustituyen los manómetros y otros instrumentos según su ciclo de calibración o durante las paradas trimestrales o semestrales. Los manómetros de repuesto se comprueban in situ justo antes de su instalación programada y, a continuación, los manómetros retirados se envían a un laboratorio de calibración para que estén listos para el siguiente ciclo. Establecer un ciclo de calibración regular minimiza las posibilidades de lecturas de presión inexactas. Esto también mejora el control y la supervisión del proceso.
Cómo calibrar manómetros industriales
Para quienes deseen gestionar su propia calibración, WIKA ofrece una amplia gama de instrumentos de prueba y equipos de calibración para laboratorios internos y para su uso in situ. Estos instrumentos incluyen manómetros digitales, balanzas de presión, bombas de prueba y otros generadores de presión, calibradores de presión portátiles y el indicador de presión de precisión CPG2500. Nuestro software de calibración simplifica y automatiza la calibración de hasta 16 instrumentos de prueba. A continuación, WIKA-Cal genera los certificados de calibración y los protocolos de registro necesarios.
Laboratorios de calibración WIKA para instrumentos de presión
Los laboratorio de calibración WIKA cuentan con la certificación ISO/IEC 17025, la norma mundial para laboratorios de pruebas y calibración. Además de calibrar instrumentos de presión, nuestros experimentados técnicos pueden reparar o renovar manómetros dañados, por ejemplo, sustituyendo el movimiento del manómetro, la lente, la aguja y otros elementos. A continuación, realizarán los ajustes necesarios para devolver a sus manómetros las especificaciones de precisión iniciales. Tras el mantenimiento, todos los instrumentos se recalibran antes de ser devueltos al cliente. En la mayoría de los casos, el plazo de entrega es de unos cinco días laborables.
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